
Construimos casas con Isabella,
en las mañanas tejemos abadías
y en las noches tarareamos himnos.
Construimos avenidas con Isabella
pero también nos damos tiempo
para nuestro pequeño oscurantismo.
Malversamos los idiomas,
lenguas muertas y vernáculas
para entendernos sólo nosotros,
como un santo compromiso.
Construimos grutas con Isabella,
torres, chozas, diques y atalayas.
Es como una empresa familiar
de riesgo compartido.
Aunque ella tiene menos que perder,
porque nadie se puede perder a sí mismo.
Construimos hoteles con Isabella,
puentes y palacios
viñedos y estadios
establos y penthouses
pupitres y retretes.
Tenemos todo un catálogo para los amigos.
Y sépannos disculpar
si cobramos un tanto caro.
Tenemos dos bocas que alimentar
y una tercera con mamá
y los impuestos están altos
y si no los desquitamos así
no hay empresa que sobreviva.
Construimos casas con Isabella,
en las mañanas tejemos abadías
y en las noches tarareamos himnos.
©Pequod
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